Creo que fue a raíz de ver la película de Pixar Buscando a Nemo que descubrí por primera vez el concepto de «memoria de pez». Parece ser que los pobres peces tienen una duración de memoria muy corta. En realidad no tengo claro si eso es bueno o malo.

En cualquier caso, eso que tan alegremente atribuimos a los peces, creo que no es una característica que les haga únicos. También los humanos tendemos en general a tener dicha clase de memoria.

Hay dos factores que creo que influyen para que eso sea así:

1/ la sobredosis de información de la que disponemos en general.

Medios cada vez más variados, algunos de ellos pegados todo el día a nosotros, nos «agreden» constantemente con nuevos inputs. En esa selva de nombres, conceptos, ideas, propuestas, ¿cómo es posible que se acuerden de uno? Las relaciones de memoria, casi como a los peces, nos duran lo que se tarda en tener el contacto directo con tu proveedor. Te acuerdas de frutero mientras compras fruta, te acuerdas del asesor fiscal cuando tienes que pagar los impuestos, te acuerdas del dentista cuando estas en el sillón con tu boca abierta,… Y cuando cierras la puerta de la tienda… Adiós, el mundo real de nuevo, el ruido, carteles, correos, whatsapps, sms, la radio,… Y si te he visto, no me acuerdo.

2/ los nuevos medios de comunicación con los que nos relacionamos.

Hace unos días, estaba repasando mi muro de Facebook (cosa que hago con poca frecuencia, confieso). Mientras lo miraba, vi un post que me pareció digno de recordar. Pensé, esto se lo tengo que enseñar a la gente. Pero no publicándolo en mi muro, comentándolo en una conversación real. Que bien, pensé, esto es interesante y me gustará comentarlo. Un par de horas después, tras una brillante introducción conceptual previa a la lectura del post, abro la aplicación de Facebook, y… ¿dónde estaba mi post?¿quién se lo había llevado? ¿Acaso alguno de esos famosos ratones que se llevaban el queso? Todavía me duele el dedo tratando de buscarlo. Solo habían pasado 2 horas. Y el post interesante se había enterrado en las profundidades del muro, casi imposible de salvarlo al pobre.

De hecho eso es incluso más exagerado con los jóvenes. A ellos les importa poco perder los posts en una montaña de «novedades». Ellos usan Snapchat: pasa algo, lo envías, lo miran y desaparece. Así de simple. ¡Y son los peces los que tienen un problema de memoria!

Hay que ponerle mucha imaginación y buscar bien los motivos para estar presentes en la memoria de las personas con las que nos relacionamos. Hablo de nuestros clientes y aquellos a los que creemos que podemos ayudar con nuestros productos o servicios. Es necesario un punto de constancia y transmitir emociones por encima de funciones para que algo quede en el recuerdo. O seras un pez en medio del océano.

En Ideatius ayudamos a nuestros clientes a explorar el camino de la mejora de las relaciones y generar recuerdo de marca. Si piensas que podemos ayudarte a mejorar este aspecto contacta con nosotros.